Cursos de Prevención del Acoso Escolar
Curso de prevención del acoso escolar y coaching infantil, el próximo mes de noviembre de 2012.
El curso se realizará los cuatro sábados del mes de noviembre (días 3, 10, 17 y 24), en horario de 10:00 a 13:00 horas, en el “Centro El Horno”, situado en c/ de la Esgrima, 11, Madrid (Metro Tirso de Molina).
En el curso se impartirán las siguientes áreas de trabajo:
Psico-asertividad. Esta área enseña a los niños y adolescentes a ser asertivos. A defenderse de las burlas y los insultos de una manera pacífica y a saber decir no. En definitiva, a mejorar sus habilidades sociales. Les muestra qué es el acoso escolar, que elementos intervienen en el mismo y la manera de hacerle frente mediante el lenguaje verbal.
Teatro Corporal. Esta área enseña a los niños y adolescentes a utilizar su cuerpo de una manera más eficiente. A superar la vergüenza y el miedo escénico. Les muestra mediante juegos de rol a ser consciente del papel de acosador, de acosado y de observador, para mejorar la empatía de los alumnos. En definitiva, les enseña a tener una correcta expresión corporal.
Defensa Personal. Esta área les enseña un protocolo de defensa de la integridad física, para en el caso de verse agredidos, saber protegerse a sí mismos de una manera pacífica. Les enseña que maniobras corporales deben aplicar para protegerse de una agresión, siempre en legítima defensa.
Se harán tres grupos atendiendo a los siguientes tramos de edad:
- De 6 a 9 años
- De 10 a 13 años
- De 14 a 18 años
El profesorado del curso es el siguiente:
Miguel del Nogal Tomé
Licenciado en Psicología (UCM). Master en psicología clínica y de la salud (UCM). Profesor universitario asociado de psicología con amplia experiencia con niños y adolescentes.
Gregorio Pastor González
Licenciado en interpretación gestual por la Real Escuela Superior de Arte Dramático de Madrid. Profesor titular del departamento de movimiento de la RESAD. Amplia experiencia con niños y adolescentes.
Enrique Pérez-Carrillo de la Cueva
Licenciado en periodismo por la Universidad Europea. Presidente de AEPAE. Maestro Internacional de Defensa Personal, cinturón Negro 8º Dan de Yawara-Jitsu. Director Técnico de la Federación Internacional de Yawara-Jitsu. Premio Masters Hall of Fame USA 2012. Amplia experiencia con niños y adolescentes.
El curso tiene una duración de 12 horas lectivas, y un coste de 150 euros. Para reservar la plaza, hay que hacer una transferencia bancaria de 30 euros. El primer día de curso se abonarán los restantes 120 euros.
Cada vez son más los padres que contactan con nosotros interesados en los cursos que estamos impartiendo desde la Asociación Española para la Prevención del Acoso Escolar AEPAE. Los cursos de prevención del acoso escolar y coaching infantil están cosechando unos éxitos extraordinarios. Nuestro método ha formado parte del libro “Terror en las aulas –como abordar el acoso escolar o bullying-“ publicado por la editorial Altaria, que se presentó hace unos meses en el colegio de psicólogos de Madrid. Ya han sido más de 500 los niños a los que hemos dado formación, tanto en Madrid como en Barcelona y los testimonios de los padres nos animan a seguir trabajando en esta línea. Ya tenemos programados cursos de formación de equipos docentes en otras provincias que lo están demandando.
La semana pasada, con motivo del inicio del curso escolar, nos realizaron dos reportajes: el primero en el periódico el confidencial digital. Lo podéis ver en este enlace: http://www.elconfidencialdigital.com/videos-ecd/formato/videonoticias_de_ecd/077470/vuelta-al-cole-como-evitar-el-acoso ; El segundo, en la tertulia “La gaceta de la tarde” en el canal de televisión de intereconomía: http://www.intereconomia.com/programa/gaceta-tarde/programa-completo-intereconomia-tv-02-10-2012-[yyyy][mm][dd].
Desde nuestra asociación realizamos una labor de concienciación para sensibilizar a la sociedad y que niños y padres sean conscientes del acoso escolar. Este texto lo hemos subido recientemente a las redes sociales:
NO AL ACOSO ESCOLAR
El colegio ha empezado. Son días de nervios para los niños y de ajetreo para los padres. La vuelta a la rutina. El reencuentro con los amigos y amigas y la posibilidad de hacer nuevas amistades. Momento de estar alerta ante el acoso escolar. A los niños tímidos e introvertidos. A los diferentes por cualquier motivo: características físicas, cultura, religión, color de la piel… ayúdales a integrarse. Ábreles la puerta de tu corazón y de tu amistad. Ayúdales si lo necesitan y no dejes que otros los hieran. Sé valiente y no permitas las injusticias. Denúncialo a tus padres y profesores. No te conviertas en observador pasivo. Los niños son el futuro de la sociedad. Hagamos entre todos un mundo mejor. A los papás, dadles apoyo a vuestros hijos siempre. Decidle que son únicos y especiales y que nadie tiene derecho a hacerles daño. Enseñadles herramientas para prevenir el acoso escolar y estad atentos a cualquier señal que os indique que lo están sufriendo: cambios de humor, insomnio, ansiedad, temor a ir al colegio, pérdida de material escolar, lesiones, o cualquier cambio en su comportamiento habitual, pueden ser señales de alerta. Y recordad, que cualquier niño o adlescente puede ser víctima de acoso escolar.
Compartidlo DI NO AL ACOSO ESCOLAR
Asociación Española para la Prevención del Acoso Escolar
www.acoso-escolar.es
Os adjunto también el artículo que escribí para el citado libro, en el que participaron los más importantes expertos en acoso escolar: defensores del menor, catedráticos de psicología infantil, pedagogos, etc. Os adjunto también varios testimonios de padres cuyos hijos han asistido a nuestros cursos.
Recibid un cordial saludo
Enrique Pérez-Carrillo dela Cueva
Presidente de A.E.P.A.E.
www.acoso-escolar.es
www.defensa-personal.org
info@defensa-personal.org
Tlf: + 34 636 68 53 21
La asertividad como prevención del acoso escolar
La palabra asertividad, de aserto, proviene del latín assertus, y quiere decir “afirmación de la certeza de una cosa”. Se podría deducir entonces, que una persona asertiva es aquella que afirma con certeza. Este concepto muy utilizado en la actualidad en el ámbito de la psicología, fue acuñado en los años 40 en varios estudios psicométricos y de destrezas sociales realizados por Andrew Salter. Pocos años después, Joseph Wolpe y Arnold Lázarus, siguieron profundizando en el mismo, realizando un inventario de destrezas asertivas. Con posterioridad, han aparecido múltiples elaboraciones, la mayoría de ellas relacionadas con la comunicación eficiente y las habilidades sociales.
De las muchas definiciones de asertividad, una que me parece muy adecuada al contenido poliédrico del concepto es: “la asertividad es una habilidad social que reúne las conductas y pensamientos que nos permiten defender los derechos de cada uno sin agredir ni ser agredido”. Esto es así, porque la mayoría de las elaboraciones del concepto de asertividad se refieren a habilidades sociales de comunicación verbal. Estas estrategias de comunicación que se encuentran en un punto de equilibrio entre la pasividad y la agresividad, tienen como finalidad comunicar nuestras ideas y sentimientos o defender nuestros legítimos derechos, sin la intención de herir, actuando desde un estado interior de autoconfianza, en lugar de la emocionalidad limitante típica de la ansiedad, la culpa o la rabia. Todo ello de una manera congruente, clara, directa consciente y equilibrada.
Nuestra aportación a este concepto eminentemente verbal, sobre el que hay una extensa gama de herramientas, como las que citaré a continuación, es que todas estas técnicas, pueden mejorar nuestras habilidades comunicativas, pero esta asertividad verbal necesita de un soporte sólido, que es la asertividad corporal. La utilización de un lenguaje no verbal adecuado, es imprescindible para que no se produzcan disonancias en el mensaje que pretendemos transmitir. El contacto visual, la verticalidad del cuerpo, y el apoyo de las manos y de la expresividad facial, son un factor esencial que no podemos minusvalorar. Estas son algunas de las técnicas de asertividad más conocidas:
- El disco rayado – El objetivo de esta técnica es la persistencia. Consiste en repetir una y otra vez el enunciado que queramos expresar. Por ejemplo, “no me interesa comprar ningún libro”… “he dicho que no me interesa comprar ningún libro”.
- El banco de niebla – El objetivo de esta técnica es ignorar las críticas. Consiste en aceptar todas las críticas, creando un banco de niebla, para que no se entienda bien que es lo estamos diciendo. Por ejemplo, si me dicen que soy tonto, puedo contestar “es cierto que en ocasiones podría ser más listo de lo que soy”.
- La aserción negativa – El objetivo de esta técnica es aceptar nuestros errores. Consiste en reconocer el error de manera abierta y clara, sin pedir disculpas por ello, sin entrar en justificaciones ni seguir hablando del tema. Por ejemplo, si alguien nos dice “el dibujo que me has entregado es malísimo”, respondemos “tienes razón, a mí tampoco me gusta”.
- La interrogación negativa – El objetivo de esta técnica es profundizar en la crítica de nuestro interlocutor. Consiste en ignorar el tono de quien nos hace la crítica así como las interpretaciones de lo que nos quieren decir. Preguntamos qué es lo que tiene de malo que actuemos así, sin aceptar las interpretaciones maniqueas, buscando el motivo implícito de la crítica. Por ejemplo, si alguien nos dice que “nos pasamos todo el día en el ordenador”, podemos contestarle que “es cierto pero no entiendo que tiene de malo”. Si nos contestan que “nada, solo que acabarás con la vista muy cansada”, podemos contestar que “es cierto que acabe con la vista cansada, pero sigo sin entender que tiene de malo que me canse la vista si hago algo que me gusta”, a lo que podrían contestarme “nada, es que me gustaría que pasásemos más tiempo juntos” (que es el motivo implícito de la crítica).
- La autorrevelación – El objetivo de este técnica es ofrecer información sobre nosotros para lograr niveles de comunicación más sinceros y profundos. Por ejemplo decirle a una chica “sabes… la verdad es que no me gusta mucho la pintura, solo he venido a conocer gente interesante”, lo que puede provocar que la otra persona se sincere conmigo y me diga “si te soy sincera, a mi tampoco”.
- La libre información – El objetivo de esta técnica es que nuestro interlocutor se de cuenta de que hemos tomado en cuenta su información, por ejemplo, si nuestro interlocutor nos dice que “es la tercera vez que pido un taxi y no me para ninguno” podemos decirle que “más adelante hay una parada de taxis y le será más fácil coger uno”.
Por último, y no por ello menos importante, es el conocimiento de un protocolo de defensa de la integridad física, que nos aporte una seguridad personal que a menudo está quebrada a consecuencia de algún episodio de violencia sufrido en el ámbito escolar o vecinal. Tener conocimientos de defensa personal y su aplicación en “legítima defensa”, es una herramienta que forma parte de la asertividad corporal.
La mayoría de los niños y adolescentes que sufren acoso escolar, han pasado por un proceso similar: un acontecimiento o circunstancia puntual desencadena los primeros episodios de acoso: llegar tarde a un partido de fútbol, vestir de una manera distinta al grupo dominante, un presunto defecto físico -como sobrepeso, dificultad en el lenguaje, orejas prominentes, gafas, etc.-, o sencillamente tener una madurez y sensibilidad distinta a lo que sugeriría su edad. Los primeros episodios, suelen referirse a burlas e insultos. Posteriormente, a amenazas y a quitarles algo de su propiedad, y de ahí a la agresión física. El proceso evoluciona como una bola de nieve. Si no encuentra ningún obstáculo en su descenso por la ladera de la montaña, el acoso se irá haciendo cada vez más grave y persistente.
La información que recibe el niño o adolescente acosador del acosado, es la de un niño débil –física o anímicamente-, que tiene pocos recursos para defenderse, y que en consecuencia es una víctima fácil. La asertividad tiene aquí un factor preventivo. La posición corporal, la focalización de la mirada y el uso del lenguaje de una manera segura y clara, puede constituir un freno para el potencial acosador, que percibirá un aplomo y una seguridad difíciles de menoscabar. Pensemos en un niño que acude nuevo a un colegio, o que simplemente cambia de ciclo. La información que los nuevos compañeros tendrán de él es en primera instancia su aspecto corporal, y después su capacidad de comunicación –verticalidad, mirada y lenguaje-. Observamos en muchos niños, que al cambiar de centro educativo, para librarse del acoso que estaban sufriendo, vuelven a ser víctimas del mismo. ¿Cómo es posible?, pues porque su actitud no ha cambiado. La merma en su autoestima y seguridad, se transmiten hacia el exterior en sus comportamientos cotidianos y en su manera de relacionarse. Es fundamental en estos casos, y así lo hemos constatado en nuestros cursos, que es esencial –tanto si se cambia de centro educativo como si no-, reforzar la autoestima y seguridad personal de estos niños y dotarles de herramientas para que puedan cambiar de actitud. No basta con unas sesiones de terapia en la que se les den unas pautas de comportamiento. Es necesario que mediante ejercicios de “role playing”, aprendan a utilizar estas herramientas de una manera pro-activa y dinámica.
¿Cómo podemos ayudar a estos niños? Primero hay que corregir posturalmente su aspecto. Mediante un trabajo de expresión corporal, se les enseña a caminar derechos –ni encorvados y mirando al suelo que correspondería a una actitud pasiva, ni pavoneándose y mirando hacia arriba, que correspondería a una actitud agresiva-, con la mirada al frente y de una manera natural, estable y segura. En segundo lugar, se les muestra la importancia de la mirada, de focalizar a la persona con la que nos comunicamos. Con ejercicios como mirarse a sí mismo en el espejo manteniendo la mirada, toman conciencia de que la mirada es el puente de acceso a la comunicación con sus iguales. Sin mirada no hay comunicación efectiva posible. Posteriormente, se colocan frente a un compañero y se les anima a mirarse uno a otro sin bajar la mirada. De esta manera, están empezando a perder el miedo o la vergüenza a mirar a sus semejantes. Este es un primer paso en la recuperación de su confianza. Otro ejercicio complementario que realizamos en el espejo, es que reconozcan distintas emociones faciales y corporales en sí mismos. De esta manera, se les anima a que muestren enfado, alegría, sorpresa o tranquilidad y observen su aspecto corporal en el espejo. Mediante este ejercicio son conscientes de si realmente están siendo capaces de expresar lo que quieren o no lo están siendo. Este entrenamiento es muy positivo para generar empatía y aprender a expresar las propias emociones. Hemos observado, que muchos de los niños que sufren acoso no son capaces de mostrar sus emociones. La mayoría de ellos no sabían cómo mostrarse enfadados, y se sorprendían al verse capaces de hacerlo.
Un segundo paso, es el uso del lenguaje. Para este cometido realizamos distintos ejercicios de prueba, como presentarse a un grupo, o contarle a un compañero si le apetece jugar con él. De esta manera, vemos como se relaciona verbalmente con los demás. Vamos corrigiendo posibles errores en la comunicación, como hablar demasiado bajo o demasiado alto. Se les enseña que empleando un tono adecuado y manteniendo una postura corporal y focalización correctas, se producen ya cambios importantes en la actitud comunicativa.
Posteriormente pasamos a la resolución de conflictos, haciendo hincapié en que la actitud aprendida anteriormente es fundamental para tener éxito. Aquí tiene especial importancia el proceso de la espiral de la violencia. Cuando un niño sufre una burla o insulto por parte de un compañero, es importante que responda y no se calle. El concepto que comentamos anteriormente de la bola de nieve, es de capital importancia. Si un niño adopta una actitud pasiva, y no dice nada, la burla persistirá en el tiempo y se hará más grande el problema. Cuanto más grande sea la bola de nieve, más difícil le será al niño enfrentarse al acoso que está sufriendo. Tampoco deberá el infante responder con violencia a la burla o al insulto, porque de esa manera, la violencia irá aumentando hasta que no queden palabras más gruesas que pronunciar y se pase de la agresión verbal a la física.
El maestro de retórica alemán Matthias Poehm, es todo un fenómeno de masas en Alemania. Ha escrito varios libros sobre asertividad en la vida cotidiana, y uno de ellos, dedicado a los niños y a su manera de defenderse con el lenguaje en el patio del colegio, ha sido un éxito. Emplea un método que nos parece bastante inteligente y adecuado a los niños y adolescentes. Enseña a responder de distintas maneras a variados insultos o burlas. Unas veces con ingenio y otras veces con sentido del humor, pero nunca con violencia o agresividad. Aunque los usos y costumbres de nuestra época añaden nuevos oprobios o mofas al arsenal de los jóvenes, hay unos cuantos que podemos definir como universales: gordo/a, feo/a, tonto/a, cobarde, gafotas, con cualquiera de sus sinónimos, u otros de nuevo cuño, como friki, gay, bollera o come chapas –por llevar aparato corrector en los dientes-. El método que empleamos es que los niños respondan al insulto negando o afirmando, apoyándose después en una contestación irónica, sincera o con sentido del humor. Si a una niña africana, le dicen negra, con la intención de molestarle, contestará, que sí que es negra, y que tú eres blanco, y que pasa, no importa el color de la piel. Si a una niña le dicen que es gorda y tiene algo de sobrepeso, pero no es obesa, podrá responder que no está gorda, que está fuerte y que come mucho para crecer. Si a un niño con gafas le dicen que es un cuatro ojos, les podrá responder que cuatro ojos ven mejor que dos. Es más importante la sensación del niño de haber respondido con firmeza y seguridad, que el que la respuesta sea perfecta. Lo esencial es que el niño burlado mejore su capacidad de respuesta y tenga la firmeza necesaria para no ser pasivo ante esta situación, y que el niño burlador, se de cuenta de que su presunta víctima no va a permitir que se le insulte o se le moleste.
El siguiente paso es aprender a decir no. Muchas veces, los niños o adolescentes que ejercen de líderes, intentan obligar a otros compañeros a hacer algo que no está bien, bajo coacción o amenaza. Un par de ejemplos ilustrativos serían: un adolescente le dice a otro que porque no le toca el culo a una compañera. Si no lo hace le dirá que es un cobarde, un cagao, y que no puede estar en su pandilla. El adolescente, podrá decirle, que no le va a tocar el culo a esa chica, porque no le parece bien, y que si no quiere que forme parte de su panda, pues adiós, que ya se buscará otros colegas. Otra situación común sería, que un niño le diga a otro, que por qué no le acompaña a robarle de la mochila la merienda a un compañero. El niño podrá decirle que no lo hará porque no le parece bien. Estos son solo dos ejemplos. En los cursos buscamos otros escenarios parecidos e incluso le preguntamos a los alumnos que situaciones similares conocen.
Decir no, a veces es una actitud de defensa. Si un compañero nos dice que le demos dinero o cualquier pertenencia, y que en caso de no hacerlo nos pegará, es importante que el niño se coloque en la posición de defensa, y le diga no, con la firmeza necesaria y las veces que haga falta (la técnica del disco rayado).
Aquí llegamos a las controvertidas artes marciales. Cualquier persona que haya practicado artes marciales con un profesor competente, sabrá que este tipo de enseñanza reporta a los niños y adolescentes cualidades muy positivas, como confianza, disciplina o autocontrol. Muchos de los niños que asisten a nuestros cursos, han sufrido acoso verbal y agresiones físicas, y tienen miedo a sufrir de nuevo una agresión. Esa sensación de fragilidad física les impide hacer una vida normal, e incluso, aplicar las herramientas de asertividad verbal que puedan conocer. Anteriormente definimos la defensa personal como una herramienta más de asertividad corporal. El niño o adolescente que sabe defenderse, es consciente de que es capaz de defender no solo sus ideas, principios o pertenencias, sino lo que es mucho más importante: su integridad física. En nuestros cursos enseñamos un protocolo de defensa de la integridad física, para que los acosados, puedan en “legítima defensa”, protegerse de los compañeros que pretendan hacerles daño. No se trata de que los niños y adolescentes se tomen la justicia por su mano, ni mucho menos, sino de que tengan las herramientas necesarias para protegerse del acoso escolar desde sus primeros síntomas –las burlas, o la exclusión- , que sepan decir no, y que en el caso necesario, sepan protegerse de una agresión y puedan pedir ayuda a un adulto. Pero no debemos olvidar, que la mayoría de las situaciones de acoso o violencia en las escuelas o institutos se producen cuando no hay ningún adulto presente – en al patio, en los baños, en las puertas del colegio – , y que son los niños acosados los que necesitan tener herramientas para prevenir estas situaciones.
Tampoco podemos olvidar qué ocurre con los acosadores. Actualmente, los protocolos de actuación no funcionan con la efectividad que deberían hacerlo. Son numerosos los padres que nos cuentan que no han tenido más remedio que cambiar a su hijo de colegio. Si a un niño se le sanciona, vuelve a los pocos días al colegio, y puede seguir acosando a sus víctimas. Las normas coercitivas y sancionadoras no funcionan si no se complementan con una formación encaminada a reeducar a estos niños y adolescentes. Hay estudios que apuntan a que uno de cada cuatro acosadores, cometen un delito antes de los 23 años, o que repetirán su comportamiento con sus parejas en un alto porcentaje. Hemos trabajado con niños acosadores y hemos conseguido mejoras considerables en su comportamiento, con un trabajo encaminado a enseñarles a tener empatía, que suele ser una de las carencias más acusadas de estos niños y adolescentes. Con el teatro corporal, empleando escenificaciones y juegos de rol, pueden verse en el papel de observadores, de acosados y de acosadores, y de esta manera pueden ser conscientes de las consecuencias de su comportamiento. La asertividad es también fundamental en este tipo de trabajo. Aprender a expresar los deseos, las emociones y los pareceres de una manera clara, pacífica y equilibrada, puede hacer cambiar de comportamiento a un acosador. Aquí me gustaría relatar el caso de uno de nuestros alumnos. Tenía 11 años, y había sido sancionado varias veces en su colegio, por agredir a varios niños. Trabajando con él, observamos que tenía un problema de comunicación. No era aceptado por sus compañeros por ser tan agresivo, y esa agresividad era el resultado de tener escasas habilidades sociales: se relacionaba con los demás con la violencia. Cuando este niño aprendió a ser asertivo, a expresar sus deseos y emociones con tranquilidad y claridad, dejó de ser agresivo y fue aceptado por sus compañeros.
No me gustaría terminar este artículo, sin comentar cual es la situación en los colegios e institutos con respecto a la violencia y al acoso escolar. Después de la publicación del Informe Cisneros X, hay pocas dudas acerca de la incidencia de este problema en nuestra sociedad, a pesar de que muchos políticos y gestores educativos pretendan esconder la realidad. Paradójicamente, si después del caso Jokin, la sociedad y los estamentos públicos tomaron conciencia del problema, en los últimos dos años, se ha producido lo que algunos expertos llaman la negación institucional, tanto en los centros de titularidad privada, como concertada o pública. La mayoría de los centros educativos procuran que los casos de acoso escolar que se producen, no trasciendan, ya que su prestigio podría verse perjudicado. O más aún, que una sentencia les condenase a pagar una cuantiosa multa, como ya ha ocurrido en varias ocasiones.
Nuestra experiencia en los cursos de prevención del acoso escolar que llevamos impartiendo desde el año 2008, y por los que han pasado 150 niños y adolescentes ha puesto de manifiesto la necesidad de que además de los protocolos de actuación y las medidas sancionadoras, son necesarias actividades formativas que enseñen a los niños y adolescentes a resolver los conflictos que se les presenten en su convivencia diaria, pero no desde una metodología en la que se les imparta una clase magistral, sino en actividades grupales en las que los alumnos puedan poner en práctica las herramientas aprendidas, y sean capaces de ser asertivos verbal y corporalmente. Los ejercicios de ”role playing” o “estrés test”, son muy beneficiosos para fijar los comportamientos adecuados y ser capaces de aplicar los conocimientos aprendidos en una situación conflictiva, ya que existe una íntima relación entre memoria y emoción, como han puesto de manifiesto numerosos estudios en neurología y psicología cognitiva.
En el programa de prevención del acoso escolar que impartimos en nuestros cursos, tenemos tres áreas de trabajo complementarias, que son:
- Psico-asertividad
- Teatro corporal
- Defensa Personal
F: Enrique Pérez-Carrillo de la Cueva
Licenciado en Periodismo por la Universidad Europea
C.A.P. en Geografía e Historia por el Instituto de Ciencias de la Educación (UCM)
Director Nacional de los Cursos de Prevención del Acoso Escolar
Maestro Internacional de Defensa Personal-Cinturón negro 8º Dan de Yawara-Jitsu
Director Técnico de la Federación Internacional de Yawara-Jitsu
www.acoso-escolar.es
www.defensa-personal.org
Tlf: 34 + 636 68 53 21